Es una pregunta interesante, seguramente un tema muy personal. Por cierto, es el resultado de una experiencia marcada en el juego con el tiempo.
El concepto de «ideal» para la pala varía claramente de jugador a jugador, y, claramente, se vuelve amplio y personal según la propia experiencia, hasta el punto de que se podría decir que es lo más íntimo del pádel, inmediatamente después de la elección de su compañero de juego, mencionado en el post anterior, por nivel de sensaciones y relaciones.
Así que la pala es estrictamente íntima.
Podría ser la continuación de tu brazo, podría convertirse en una parte de ti a medida que la utilizas y la comprendes: en ese caso se crea una simbiosis entre tú, deportista, y tu herramienta, símbolo de tu deporte.
Esto para decir: experimenta y entiende quién eres, en que eres mejor y con cual estilo de juego.
Profundizando en el tema puedo decir que la pala con forma de diamante es la más difícil, sin duda es la más adecuada para dar efectos a la bola, para quien ama ser temerario, porque el peso cae más en la cabeza de la raqueta y así se puede dar más fuerza y potencia al golpe, pero arriesgando de perder el control del mismo golpe.
La pala redonda, por otro lado, tiene mejor equilibrio, se puede decir que es el justo compromiso entre potencia y control, obtenido gracias al centro de gravedad alto en la pala.
En conclusión, de mi parte, solo he conocido más a fondo mi “manía de control” que se adhiere a la táctica de juego que llevo adelante: el máximo equilibrio en cada esfuerzo lo extiendo a lo largo del partido. Porque yo soy así.
Ya que el pádel es también conocimiento de sí mismo, consejo a los aficionados a empezar con una pala redonda, la más “fácil” para quien comienza y quiere comprender este deporte, con una raqueta que tiene el peso que cae hacia el mango, en comparación con la cabeza, dando más control con el swing y un mayor impacto, facilitando los comienzos.
Una vez se decía que quien estaba acostumbrado a jugar con la derecha prefería jugar con la pala redonda, mientras que los zurdos preferían la pala a gota, pero en realidad hoy las cosas han cambiado, y hay muchísimas variables que pueden conducir a ser más ofensivos en el ataque con la gota o el diamante jugando bien.
Bueno, has descubierto que me encanta la raqueta redonda, solo para fines tácticos. Esto me lleva a deciros que es muy importante conocerse, abrirse, constatar las propias virtudes y los propios defectos, entre límites y evoluciones. La raqueta será entonces su pincel personal para pintar el lienzo del juego, con su único estilo, una vez que haya aprendido a reconocerse… en todos los aspectos.