En estos últimos años se ha hablado mucho sobre la diferencia entre tenis y pádel y sobre la necesidad o menos de encontrar similitudes entre ambos deportes. Bueno, però ¿para qué puede ser útil esta comparación? es decir ¿en verdad, puede ser tan importante una definición de este tipo, entre deportistas profesionales, si ya sabemos desde el principio que en todos los deportes se necesita dedicación y concentración a altos niveles y, con igual recurso físico, comparables?
Puedo decir que en el tenis no hay vidrios, pero no es este el tema. El tema es que son deportes distintos. ¿Podrían decir que el tenis y el squash se parecen? ¿Oel tenis y el ping-pong? Claro que no.
Además del hecho que las reglas son distintas, reglas diferentes entre los dos deportes y que ya solo por esto comporta una mayor diferencia y particularidad.
Puedo decirles, para aclarar más la cuestión, la diferencia principal en las raquetas: la de tenis es larga, mientras la de pádel no solo es más corta sino que está hecha de caucho o de carbono o de fibras de vidrio haciéndola también más pesada. ¿Puedo decirles que hay un mayor esfuerzo físico paor esto? Si. Otra cosa más: el campo de tenis, por supuesto, es más larga, mientras que el pádel en su ser más «corto» tiene vidrios y rejas y se juega exclusivamente dos contra dos a nivel profesional: es decir, estamos hablando de otro tipo de concentración y velocidad inmediata que conlleva un necesario entrenamiento adecuado. Esto determina el alma de un deporte en sí. Entonces no se puede comparar.
Por cierto, el pádel, históricamente, nació como una idea para el entrenamiento para el tenis, y como consecuencia muchos golpes pueden parecerse entre remate y volee, pero… todo cambia después. Son golpes hechos con técnicas diferentes y fuerza diferente, con tiempos y peso diferente, haciendo que el pádel sea aún más destacado del tenis por el movimiento y distribución de la fuerza.
El hecho de buscar una superioridad entre disciplinas nos lleva también a otros discursos, que personalmente considero dañinos para el espíritu deportivo. Un tema del que siempre se habla es que el tenista es reacio a considerar el pádel como un deporte adecuado y lo ve como una alternativa, un juguete o una diversión, todavía hoy, a pesar del increíble desarrollo del pádel en Italia, en Europa o en el mundo, además del hecho que, inopinablemente, la gente quiere jugar siempre más al pádel. Omito los nombres de famosos jugadores de tenis que han aludido a esta «superioridad», sin saber o sin evaluar realmente la diferencia, con algunas excusas tardías que llenan poco la conciencia. l tenista no lo concibe, o a lo sumo tiene la broma de que el pádel es un segundo renacimiento para un tenista fracasado.
Yo no creo que sea correcto hablar de esa manera. No es respetuoso.
En este momento convertirse en un jugador de pádel, sin duda llevará más fácilmente reconocimientos clasificación que el tenis, pero en este momento. A partir de mañana será más difícil para los jugadores profesionales de pádel porque los atletas serán siempre más en presencia y en fuerza, y llegar a ser un jugador top será mucho más complicado.
Yo no creo en el tenista fracasado, o a los chistes amargos, simplemente por mi experiencia veo lo que es: son dos deportes diferentes. El pádel atrae. Todos se divierten y siguen compitiendo mientras se divierten. Se apasionan por la competencia y esto genera difusión con muchos torneos en un circuito mundial siempre más lleno, desarrollándose en Medio Oriente, en Asia, en Europa, subiendo este deporte a niveles altísimos.
Otra cosa: los sueldos, por ahora, no son comparables a los del tenis, no se cuestiona, pero el bote de premios se elevará con la continua difusión y aumento de la calidad interna.
Hay diferencia entre tenis y ping-pong, hay diferencia también entre tenis y pádel. Y esto debería hacer pensar también en otras cosas.
Te conviertes en un profesional del pádel porque eres emocionalmente, mentalmente y físicamente bueno.
El padel necesita concentracion continua y decision inmediata, de estrategia veloz, rapida, este es el factor que caracteriza y que, si puedo decirlo, aniquila ese excesivo snobismo que parte del mundo del tenis, afortunadamente no todo, puede llevar consigo, sin seguir el público contemporáneo que vive de desafíos rápidos en su vida cotidiana normal. La metáfora del pádel en el mundo es clara: el hombre común vive de desafíos inmediatos al día, no de salones firmes al prejuicio. Para bien o para mal. Esto es lo que es el pádel.